Después de Coetzee cuesta un poco volver a las densas descripciones y profusas adjetivaciones de esta novela corta, post-victoriana, que narra los torpes inicios en el amor carnal de una desdichada aunque bienintencionada pareja de recién casados en la Inglaterra previa a los Beatles.
Es bonita, delicada y compasiva, y su lenguaje es claro y sencillo, aunque encuentro un exceso de adorno, de aparato literario un tanto impostado.
En general, me ha gustado, y me he creído la problemática de los personajes . Me ha conmovido especialmente la cinematográfica secuencia final, tan crepuscular, con el efecto de aceleración que deja una sensación nostálgica y triste, una sensación a la vez «dolorosa y deliciosa«.
2016
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