He aquí uno de los libros más extraños y perturbadores que he leído últimamente. Descrito en la propia novela como «una alegoría postmoderna carente de sentido», nos hallamos ante un texto irritante, molesto, pesado y confuso, y todo es deliberado: el texto es un alegato anti-capitalista, anti-mercado editorial y artístico y anti-todo: anti-novela; mezcla narrativa divertida y gamberra, a veces descriptiva hasta el hartazgo, otras veces, metaliteraria o surrealista.
Hasta la primera mitad la lectura se hace muy entretenida y amena: las desventuras de sus dos protagonistas en torno al sexo, las drogas y el arte multidisciplinar, pero luego se vuelve un poco pesado con sus descripciones y relaciones pormenorizadas de todos sus movimientos y paranoias, con el claro y tal vez único propósito de irritar, de molestar, de experimentar y de transgredir.
Referencias constantes a grupos de musica, al northern soul, incluso a Prince (again), a Plastikman o a Pansonic(!)
Edita Alpha Decay.
Mayo 2016
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