Reincido en la provocadora obra de este autor del que sospecho que debe ser un ídolo mediático de lo peorcito, en la Francia. Construida a base de frases cortas y sentencias audaces y procaces relata la siguiente fase en la vida de Octave Parangon, aquí reclutador de bellezas para el mundo de las top-model, en Rusia. Ameno, insultante, crítico, cómplice y casi pedófilo (o en el límite), hace una descripción demoledora de ese mundillo en el que una vez más se incluye. Hay una parte más lírica, en la que parece destellar el amor, pero queda absorbida por la enormidad del aparato mafioso-capitalista que protagoniza realmente la historia.
Hacer libros así debe ser más fácil que hacerlos en base a otros ingredientes menos morbosos, como hace, por ejemplo R. Ford, a quien he interrumpido por este otro. Leerlos, también es más fácil, más de satisfacción inmediata y efímera.
Noviembre, 2016
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