Más allá de las enseñanzas y curiosidades que uno pueda extraer de este precioso ensayo sobre la aparición de la escritura y de los libros durante la antigüedad grecorromana, lo que desde el principio (ya desde las citas iniciales) seduce de su lectura es la devoción y el cariño con el que está escrito.
Vallejo utiliza una prosa luminosa, accesible y apasionada, que contagia su entusiasmo («Al pasar las hojas, el pergamino crepitaba»), construida con mimo y delicadeza, buscando el uso preciso de las connotaciones de cada palabra («Nombra el desasosiego de los enamorados no correspondidos y también la angustia del duelo, cuando añoramos de manera insoportable a una persona muerta»), utilizando simpáticas e inocuas ironías («demuestra que el plagio y el escándalo son tan antiguos como los propios concursos literarios -tal vez por eso llamemos «fallos» a las decisiones de los jurados-«), abundantes imágenes poéticas («la música metálica de las bicicletas al pasar») y ocasionales apuntes autobiográficos («Aquel tiempo de lectura me parecía un paraíso pequeño y provisional -después he aprendido que todos los paraísos son así, humildes y transitorios-«).
En cuanto al contenido, se trata de un recorrido por la historia de la lengua escrita, desde la aparición de las primeras escrituras cuneiforme y jeroglífica, tablillas y rollos de papiro (Mesopotamia, Egipto) hasta la época medieval, cuando a punto está de desaparecer. Aunque se desarrolla en orden más o menos cronológico, son frecuentes los saltos al pasado y al futuro, en los que despliega multitud de anécdotas y reflexiones que ponen en relación las diferentes épocas.
Me ha resultado especialmente estimulante la descripción que hace del paso de la oralidad a la lengua escrita, con todas las características, implicaciones y derivaciones de una y otra:
«El canto era un organismo vivo que crecía y cambiaba, pero la escritura lo iba a petrificar»
«Al recitar versos, la melodía de las palabras ayuda a repetir el texto sin alterarlo, porque la música se quiebra cuando la secuencia falla»
«El ritmo no es tan solo un aliado de la memoria, sino que es también un catalizador de nuestros placeres -la danza, la música y el sexo juegan con la repetición, el compás y las cadencias-«
«Dejar de dibujar las cosas y las ideas, que son infinitas, para empezar a dibujar los sonidos de las palabras, que son un repertorio limitado»,
así como la reflexión sobre la lengua escrita como prótesis de la memoria (con el permiso de Ted Chiang), la comparación con internet por el cambio de paradigma que representa el acceso al conocimiento frente a la acumulación individual del saber y la consideración de la escritura como vehículo que posibilitó la plasmación y transmisión del pensamiento abstracto:
«Frente a la oralidad, que favorecía las formas e ideas tradicionales, reconocibles para su auditorio, el discurso alfabetizado podía abrirse a horizontes desconocidos porque el lector tenía tiempo para asimilar y meditar con tranquilidad las ideas novedosas. En los libros caben planteamientos excéntricos, voces de identidades individuales, desafíos a la tradición (…) Esa ampliación de perspectivas estuvo en el origen de la historia, la filosofía y la ciencia.»
«(Sócrates) sospechaba que, gracias al auxilio de las letras, se confiaría el saber a los textos y, sin el empeño de conocerlos a fondo, bastaría con tenerlos al alcance de la mano»
Otra de las muchas cosas buenas de este ensayo es que te ayuda a ubicar y reordenar los diferentes conocimientos fragmentarios que puedas tener. Me refiero a cosas como la insistencia en el hecho de que entre unas civilizaciones/culturas y otras hay una coexistencia, un solapamiento que permite la continuidad de los avances y los logros (a veces también puede fomentar un ímpetu destructor) y que estas no fueron fenómenos aislados que se iban invalidando unos a otros, sino lentas evoluciones y fusiones (en Alejandría convivían la herencia egipcia con la dominación persa primero y griega y romana después; la larga decadencia del imperio griego puede resultar tan apasionante como su esplendor; se considera que el paso de la prehistoria a la historia lo marca la aparición de la escritura). Todo esto ha de ser muy obvio para los conocedores de la Historia, pero para mí no lo es tanto, y pone de manifiesto una vez más la parcialidad y lo incompleto de la enseñanza escolar, que pasaba de modo muy tangencial por estos episodios más… paganos?
Desarrollando un poco su estructura, una de las primeras figuras que retrata en relación con la expansión de la cultura griega es la de Alejandro Magno, mitificado y reverenciado por sus sucesores:
«el Corán y la Biblia se hacen eco de él»
«La banda de Leyton (Iron Maiden) nunca la interpreta en vivo («Alexander the Great») y entre los fans circula el rumor de que solo sonará en su último concierto».
Hoy su megalomanía estaría más que en entredicho.
A continuación, se explaya en anécdotas sobre otros interesantes personajes de Grecia y su aportación al desarrollo de la escritura, como Calímaco («Se considera a Calímaco el padre de los bibliotecarios”); el tolerante viajero pionero de la Historia, Heródoto («La línea divisoria entre la barbarie y la civilización nunca es una frontera geográfica entre diferentes países, sino una frontera moral dentro de cada pueblo; es más, dentro de cada individuo»; «Cuando alguien evoca su pasado deforma la realidad para justificarse o encontrar alivio»), el guasón de Aristófanes («La tolerancia tiene conjugación irregular: yo me indigno, tú eres susceptible, él es dogmático» -las citas son más bien de la autora que de los personajes-), el despótico Platón («Las enseñanzas de Platón siempre me han parecido asombrosamente esquizofrénicas en su explosiva mezcla de libre pensamiento e impulsos autoritarios») o el tan reivindicado Aristóteles («Aristóteles, en más de doscientos tratados, buscó la estructura del mundo y la parceló (física, biología, astronomía, lógica, ética, estética, retórica, política, metafísica))».
Más adelante asistiremos al final de la biblioteca de Alejandría, a las intrigas y desventuras de Cleopatra, de Hipatia…
De las páginas dedicadas a Roma, me impacta su origen facineroso y el hecho de que, sin embargo, adopte con humildad la superior cultura griega. Los romanos inventan el que será el libro definitivo. (“…al que hemos llamado “lomo”, como si nuestras lecturas fueran tranquilos animales de compañía”).
En la última fase, esboza una especie de fast-forward en el que apunta las vicisitudes por las que tendrá que pasar la escritura durante la etapa medieval hasta su renacer con el humanismo renacentista.
Durante todo el libro recurre a citas y referencias de autores de todos los tiempos, como Cercas, Coetzee, Schlink, Auster, Scott Fitzgerald, W.G. Sebald y muchos más.
SOBRE LOS LIBROS:
«El libro fue, desde el principio un objeto flexible, ligero, preparado para el viaje y la aventura»
«Sus ojos transitan por las páginas y su mente entiende lo que dicen, pero su lengua calla»
«La invención del libro es la historia de una batalla contra el tiempo para mejorar los aspectos tangibles y prácticos del soporte físico de los textos»
«Lo más nuevo, como promedio, perece antes»
“Algo hay en su diseño básico y en su depurada sencillez que ya no admite mejoras radicales”
”se produjo un fantástico incremento en la esperanza de vida de las ideas”
«aquel libro de Petrarca que susurraba como una suave hoguera»
SOBRE LAS BIBLIOTECAS
«El concepto que ahora denominamos web, es una réplica del funcionamiento de las bibliotecas»
«Un catálogo no es un simple apéndice de la biblioteca; es su concepto, su nexo y su apogeo.»
FRASES BONITAS Y/0 CURIOSAS:
«Ahora sé cómo traza el dolor rudas páginas cuneiformes en las mejillas»
«y después volver al original engarzando la mirada en el punto exacto donde se había detenido»
“La Gran Biblioteca me fascina porque inventó una patria de papel para los apátridas de todos los tiempos”
«Nombra el desasosiego de los enamorados no correspondidos y también la angustia del duelo, cuando añoramos de manera insoportable a una persona muerta»
“Era un humorista gruñón y reaccionario invadido por la nostalgia de un pasado inexistente” (Juvenal)
«Los griegos adoptaron la escritura fenicia en completa libertad, sin imposición alguna.»
«Los griegos fueron pioneros de la clasificación con sus famosas listas»
Siruela. Un 9.
Ensayo literario/histórico
Sant Cugat, 29 de enero, 2021
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