Recuerdo que me divertí con «Pesadilla en rosa», otra de las novelas de la saga protagonizada por el detective Travis McGee, y de la que ésta es la primera entrega.
A pesar de que la crítica la ensalza y de su publicación por Asteroide, creo que es un tipo de novela negra ya muy superada, un tanto ingenua y simple. Y eso se debe, sobre todo, a la irritante figura de su protagonista, un detective duro, conquistador y socarrón, como en las malas películas: no entiendo el interés en crear un personaje tan chulesco y alejado del común de los mortales, al que se le ofrecen TODAS las mujeres que transitan por la historia, que no son pocas, y a las que indefectiblemente enamora. No sé si es un tema mío y debería de ser más condescendiente y ubicarlo en su contexto, pero es un estereotipo de protagonista que no me despierta ninguna credibilidad ni simpatía.
Es cierto que utiliza un estilo fluido y fresco, ágil y directo, y que el contexto playero (Florida, las chicas, el calor, el alcohol,…) te emplaza y seduce en cierto modo, pero la trama es floja, previsible, simple, parece albergar giros y sorpresas que no llegan, y la cosa se queda en las conquistas femeninas y en peleas en barcos al estilo «El cabo del miedo», de la que, por lo visto, es también el autor.
Un 6.5, por lo entretenida y luminosa, pero poco más.
Policiaca florida.
21 de Octubre, 2018
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