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“No digas nada” Radden Keefe, Patrick

Me gustaría plantear esta reseña al margen de consideraciones morales, como ha procurado hacer el autor en la novela. Las motivaciones de los protagonistas solo se pueden entender en un entorno de conflicto grave, en el que hay que tomar partido. Una situación nada deseable que puede trastornar los principios de cualquiera.

“No digas nada” es una novela documental (el mismo autor la define como «no ficción narrativa») sobre el IRA y el conflicto irlandés, con datos reales y el foco en varios protagonistas que analiza desde su vertiente pública y personal, en su participación en los hechos y en sus vulnerabilidades privadas (434- «una historia sobre como ciertas personas llegan a radicalizarse en su inflexible devoción a una causa»).

Un tipo de literatura de investigación en el que estaría fuera de lugar el lucimiento retórico, pero a cambio… qué ritmo, qué rigor, qué personajes!

Jean McConville, Brendan Hugues, las hermanas Price, Gerry Adams («un hombre que se había criado en un mundo de sombras y secretos hasta desarrollar los rápidos y poco sentimentales reflejos de un superviviente»)… personajes revestidos de un aura legendaria de quienes compone retratos certeros y esenciales con una prosa fría y dura que puede provocar, sin embargo, algún escalofrío («A veces -dijo McCann- los ideales nos atan de pies y manos»). Llega a conmover el declive de sus personajes en una suerte de épica de la derrota (300- «Pero, en los últimos años, Hughes había iniciado una cuesta abajo emocional «Bienvenido a mi celda», le decía a quienquiera que fuese a visitarlo (…) De la cárcel nunca acaba uno de salir»).

En el último capítulo el autor rompe un poco con la objetividad para compartir su punto de vista (442- «Es difícil no simpatizar con Hughes en el terreno sentimental. Pero sería de tontos no simpatizar con Adams en el terreno político (…) Por más insensible que Adams pueda parecer, y por más maquiavélico que pueda haber sido en ocasiones, logró sacar al IRA de un conflicto cruento e inextricable para conducirlo a una frágil pero duradera paz»)

433- «yo raras veces me identificaba con el estereotipo del trébol y la Guinness ni con las actitudes sentimentales del gregarismo tribal. En el Boston donde yo crecí durante los años 80 había, en general, un ambiente de claro respaldo al IRA»

Me hace mucha gracia que aún en un conflicto tan enconado, no haya ningún problema en proponer un referéndum (287- «el pacto reconocía que la gran mayoría de la isla quería una Irlanda unida, pero también que una mayoría de la población de los seis condados prefería seguir dentro del Reino Unido. La clave de todo ello era el «consenso»: si en un momento dado la mayoría de la población del norte deseaba unirse a Irlanda, los gobiernos del Reino Unido y Irlanda tendrían la «obligación vinculante» de hacer honor a esa decisión»).

Llama la atención, aunque es una de las apropiaciones más viejas del mundo, el uso de las religiones como argamasa política (229- «Por la noche, las mujeres hablaban unas con otras de celda a celda. Rezaban el rosario en irlandés»).

Como novela es excelente, ágil, emocionante, intensa, y como documento, esclarecedor y necesario. Reefe dibuja un contexto de tensión insoportable, de violencia y desconfianza, de venganzas y traiciones, donde los héroes pasan a ser villanos en juegos de dobles y hasta triples agentes, donde abundan los ideólogos subversivos y los asesinos con ideales -tan capaces de llevar a cabo un atentado cruento como de mantener una huelga de hambre letal- y donde envejecen muy mal (me gustaría pensar que se puede envejecer mejor…)


74- «Si mis ideas políticas me hubieran impulsado a tomar parte en un asesinato, yo no dudaría en confesarlo -le dijo a un periodista que la entrevistó, utilizando una ambigua construcción sintáctica que se convertiría en un recurso típico cuando alguien relataba su participación en los Troubles»

179- «el periódico sensacionalista trazaba una línea directa entre las hermanas Price y Leila Jaled, la secuestradora Palestina, y diagnosticaba la pulsión violenta de estas mujeres como un peligroso efecto secundario del feminismo, una liberación letal»

194- «McSweeney había dado elocuente expresión a una filosofía del sacrificio que contribuiría a definir la emergente tradición del martirologio republicano irlandés»

201- «Ver cómo se desarrolla una huelga de hambre tiene mucho de entretenimiento, por morboso que sea. En tanto que examen de los límites de la resistencia humana, puede convertirse en un espectáculo para paletos, un poco como el Tour de Francia«

216- «existía cierta sensación de que a los republicanos irlandeses le sentaba de maravilla estar oprimidos, y la exclusividad y la marginación que eso conllevaba (…) La idea de fracaso republicano tenía, qué duda cabe, un aura de aventura; había algo de poético en aquella quintaesencia de lo inútil. Pero Gerry Adams no era un romántico ni un aventurero»

217- «reconocer que el final del conflicto probablemente no sería consecuencia de un triunfo militar, sino de alguna variedad de acuerdo político»

228- «pero ocurría también que, tras dos años encerradas y con el trasiego y la publicidad de su huelga de hambre, las hermanas Price sentían cierta necesidad de aflojar en su actitud militante. La edad suele poner freno al ansia revolucionaria, y Dolours y Marian se hacían mayores»

266- “tras largo debate, el IRA ha decidido que dispararle a un joven en la pierna y dejarlo lisiado de por vida no es un castigo justo ni conveniente»

270- «había muchísimos más americanos irlandeses que personas en la propia Irlanda. Esta anomalía demográfica era testimonio de siglos de migraciones causadas por la pobreza, el hambre y la discriminación, y entre los irlandeses de Estados Unidos había un fuerte apoyo a la causa de la independencia»

399- (Marian) «reconocer que su postura recalcitrante en esa cuestión era básicamente antidemocrática; que solo una exigua minoría de gente en Irlanda del Norte apoyaba la idea de seguir derramando sangre a cambio de expulsar a los británicos»

«El cuerpo es una máquina fascinante -le dijo Hughes a Mackers en una de las entrevistas del Boston College, al explicar el terrible proceso de una huelga de hambre-. Primero pierdes todo el tejido adiposo, y luego empiezas a perder músculo, todo para mantener el cerebro con vida»

441- “el historiador Alvin Jackson ha escrito que, para Adams, la acción democrática «fue una manera de liquidar el, por lo demás, irrecuperable capital político amasado por los terroristas»


Reservoir Books. Un 8.4

Docudrama terrorista

La Floresta, viernes, 24 de septiembre, 2021

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