La novela gráfica de moda. Comparada oportunamente con “Maus” y “Persépolis”, entiendo que por compartir con estas el propósito de denuncia de crímenes contra la humanidad y por poner un mayor peso en el tema que en el grafismo.
“Hierba” habla de esclavitud sexual, concretamente de la que sufrieron muchas mujeres coreanas durante la ocupación japonesa, aunque da a entender que la situación de pobreza extrema, desigualdad y violencia sistematizada que nos sobrecoge en “Hierba” se dan de igual manera en cualquier contexto bélico o de opresión.
Realmente, lo que cuenta es muy cruel, uno no puede evitar sentirse indignado y sorprendido… ¿realmente somos así las personas, somos capaces de tales atrocidades, de tal falta de compasión? Seguramente solo puede uno aproximarse a entenderlo dadas unas circunstancias muy extremas.
Me ha hecho pensar que, más que ya de adulto, me hubiera gustado que me hubiesen enseñado estas obras en la escuela; creo -tal vez sea una idea obvia o anticuada- que sería una buena alternativa pedagógica a las muchas de las mierdas que me enseñaron a mí (lo digo así porque parecía siempre que las guerras y conquistas fueran algo heroico y memorable, que si los romanos, que si Napoleón, que si el puto 1492…).
La historia es demoledora y los textos directos, claros, ocasionalmente poéticos, espaciados con elipsis y silencios, sin complacencia en lo turbio pero sin melindre alguno. Desde mi ignorancia del arte gráfico, diré sin embargo que el dibujo me ha parecido en exceso escueto y esquemático, especialmente en los personajes. Un poco tipo “Maus”, que tampoco molaban demasiado. Por supuesto blanco y negro estricto. El contraste lo da la fuerte presencia de la naturaleza; la intercalación de secuencias de evocadores motivos agrestes con una progresiva invasión del color negro.
Reservoir Books. Un 8.
Novela gráfica de denuncia
La Floresta, Martes 14 de junio, 2022



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