Diseña un sitio como este con WordPress.com
Comenzar

“Las lealtades”  De Vigan, Delphine

 Novelista muy en forma, en estado de gracia; todo tema que toca brilla gracias a su estilo sencillo, honesto y visceral. “Nada se opone a la noche” me pareció un testimonio vivo y apasionado, una historia que desprende verdad y emoción. Me sorprendió a continuación con “Las gratitudes”, una obra muy diferente, menos ambiciosa, tratando un tema delicado (la decadencia en la vejez) con exquisita sensibilidad. Y en “Las lealtades” lo ha vuelto a hacer: otro tema distinto e igualmente espinoso, tratado de forma directa y empática: la tendencia autodestructiva de Théo, un niño traumatizado por la mala situación de sus padres enfrentados entre ellos y contra sí mismos.

 En seguida entra en materia y no se anda con rodeos: Théo se tira a la bebida siendo solo un niño de doce años, con la complicidad de su único amigo Mathis, tan marginado como él.

 Encuentra en la embriaguez la fuerza o el olvido para afrontar una realidad que le supera: la vergüenza por la decadencia de su padre, deprimido y casi indigente, y la necesidad de ocultar este hecho ante su madre, obnubilada por el resentimiento. El pobre Thèo paga los platos rotos en esta ensalada de desafectos y lo hace a su manera y a conciencia.

 A su alrededor, el resto de personajes (Mathis, alarmado por la escalada alcohólica de su amigo; Cécile, madre de Mathis, con sus propios conflictos matrimoniales; Hélène, una de las profesoras de Thèo, muy afectada por lo que detecta en él…) toman voz en capítulos que se alternan, mostrando cada uno sus propias tribulaciones y fragilidades.

 Una novela diferente de las que llevo leídas de ella, lo que va a su favor. Curiosamente me ha recordado a “El càstig”, de Miquel Sala, por esa relación cómplice y peligrosa entre profesora y alumno.


74 «Ese tiempo que necesita su padre para discurrir las preguntas y después para formularlas. Merced a una especie de ritual defectuoso, pregunta por el colegio, el equipo de balonmano (que Théo abandonó hace casi un año), pero es incapaz de concentrarse en las respuestas»

119 «No le hablo de una fantasía inconfesada o de un jardín secreto. Le hablo de carretadas de inmundicias vertidas en un espacio público»

121 «Empiezo a conocer sus interrupciones de experto y sus estrategias solapadas. Ha pensado que ya me las apañaría yo con mis aforismos de medio pelo y sus contenidos ocultos»

154 «…mira la energía que no he gastado y que queda ahí para repartir, mira la curiosidad cándida y salvaje que es la mía, y el apetito de todo…»

161 «Ahora tengo miedo. Miedo de que nos pase algo. Imagino horrores, es superior a mis fuerzas. Discurro tramas catastróficas, conexiones funestas, coincidencias trágicas»


Anagrama. 8.2

Conflictos afectivos

Sant Cugat, jueves 2 de febrero, 2023

Anuncio publicitario

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Crea un blog o un sitio web gratuitos con WordPress.com.

Subir ↑

A %d blogueros les gusta esto: