Siempre me he resistido a aceptar que arrastre un pecado original por ser un tío. Me cuesta asumirlo, no me parece lógico. Pero tal vez, si lo pienso a fondo, deba reconocer que -con muchas de mis (in)acciones, tal vez de forma pasiva- contribuyo a perpetuar una injusticia estructural, atávica: "esa alegre aceptación de roles"... Leer más →