De la escuela de Sade y Lautreamont (y de Genet y Gutierrez Arcos, si me apuras), la autora del excelente “El necrófilo”, nos presenta aquí otra filigrana literaria de digestión difícil: un divertimento macabro que busca, en igual medida, deleitar y escandalizar al contrastar un lenguaje exquisito con motivos horrorosos. Si te coge de nuevo,... Leer más →