“La última función” Landero, Luis

  Luis Landero practica un rollo muy característico y reconocible que, a estas alturas, ya me resulta entrañable: lenguaje muy trabajado, culto, alambicado, un punto pedante y barroco; personajes que son casi siempre antihéroes de lo cotidiano; costumbrismo castizo y unas tramas tragicómicas que siguen el esquema de “auge y caída”.

  Además de la excelencia literaria un tanto autoparódica, tiene el curioso don de consolarnos de nuestras pequeñas cuitas mostrándonos que las ajenas pueden ser aún peores, más patéticas; en este sentido, su lectura me resulta balsámica, un pequeño consuelo. Landero es todo un especialista en describir la desdicha, un experto en los muchos matices de la melancolía y la ironía amarga. Y quizá en la redención por el humor.

  En realidad, podría describir su argumento general copiando el de alguna de sus novelas anteriores: un pobre tipo más o menos solitario que ve a su alcance un momento de gloria que o no llega, o es efímera, o ridícula o trágica.


27 «He aquí que el destino ponía al fin en sus manos, ya en el crepúsculo de sus días, la oportunidad de cumplir su viejo afán y darle así algún sentido a su vana existencia»


 La trama está urdida sin muchas complicaciones mediante el relato paralelo de dos personajes que van confluyendo. Su contexto es el mundo del teatro, sus pequeñas alegrías y sus muchas miserias.


72 «eufóricos con los hallazgos de un efecto de luz o de sonido, con las controversias acerca de qué música iría mejor a cada poema»


 Del mismo modo que digo que el tema de esta novela no es original (no es esa su baza) también tengo la impresión de que cada nueva novela del autor es más concisa, más redonda, más centrada. Lo llevo pensando desde “Lluvia fina”, luego en “Una historia ridícula”, y vuelve a parecérmelo ahora.


93 «Hay muchas historias que, cada una a su manera, cuentan siempre la misma historia: el caso singular de un vano intento, de un sueño que tarde o temprano acaba desembocando en la inmisericorde realidad, con todo lo que eso tiene de heroico, de lastimoso, de inútil, de cómico, de trágico y hasta de ridículo, según el sueño sea o no más fuerte y verdadero que la realidad misma. Y aunque se trata de un asunto viejo, mil y mil veces repetido, resulta siempre nuevo, porque cada vida humana lo hace suyo, como si fuese cosa de estreno y nunca vista»


43 «los vimos marcharse en uno de aquellos autobuses de entonces, que eran de faz terrible por delante y ridículos de culo por detrás»

46 «Por su mente pululaban a todas horas el fragor de las fraguas, las lunas sangrientas, los tricornios, los jinetes solitarios y trágicos, el agua que corre o se estanca, la hondura siniestra de los pozos, el mortal brillo del acero»

50 «Al igual que la reja del arado ahonda y remueve la tierra para vivificarla, así el artista o el filósofo remueve las ilusiones y rutinas mentales de una sociedad débil y adormecida para infundirle nuevos bríos»

86 «Allí es donde aparecía el otro Blas. «¿Qué piensas?», le preguntaba Paula. Y acaso Blas hacía con la mano un gesto impreciso y hostil, como si la pregunta colmase su paciencia o sobrepasara su capacidad de comprensión. «Pienso en la vida», decía finalmente, cuando decía algo (…) y se ponía de mal humor, y a veces remachaba: «La puta vida»

108 «un bajo que daba a un patio interior donde se oían a todas horas las psicofonías de los desagües y algunas frases descorazonadas»

109 «Ahí encontró un filón inagotable. Hasta que, por ese camino, empezó a maldecir la hora en que la conoció»

115 «Y además vivía protegida por la rutina, por esa suave rutina que, al tiempo que trae la paz, va labrando nuestra desdicha y, finalmente, nuestra destrucción»

117 «al alzar el tono, los litigantes suspendían sus disputas para mirar un momento al hablante, y esa mínima tregua bastaba para que se enfriara la porfía y ya no volviesen a ella con igual convicción, y también tenía el poder de persuadir o al menos de confundir a los clientes de la gestoría, no menos impresionados al oír enunciar en tan bella prosodia los más intrincados conceptos jurídicos»

133  «De momento, dudaba entre los muchos o pocos adjetivos, entre las frases largas o cortas, entre escribir al modo racional y diáfano de Ortega, por ejemplo, o al borrascoso y turbio de Unamuno»

148 «Y lo mismo en la vida. Conocemos gente, multitud de gente al cabo de una vida, y casi todo son trozos de historia, destellos en la noche, principios de argumentos que cesan de golpe, sin planteamiento, nudo y desenlace»

168 «A mí no me ha pasado nunca nada fuera de lo normal, ni pienso nada que no piense cualquiera. Así que yo no tengo nada que contar ni opinar»

183 «Recuerdo que en un momento dado torció un poco la cabeza como los perros que hacen por entender»

219 «recordamos los viejos tiempos, y sobre todo aquellos meses y días de gloria, aquella grande y esforzada ilusión que se quedó en apenas nada, en las cenizas frías de un sueño y en la problemática gloria de unas ruinas»

Tusquets. 8.4

Tragicomedia-Vidas cruzadas

Las Floresta, jueves 6 de junio, 2024

Deja un comentario

Crea un blog o un sitio web gratuitos con WordPress.com.

Subir ↑

Diseña un sitio como este con WordPress.com
Comenzar