“Rusty Brown” Ware, Chris

No sé cómo valorar esta obra, es una paranoia total. Ya como objeto físico resulta muy goloso, tan cargado de detalles, tan denso y florido. El respaldo de la crítica es, además, unánime, así como el entusiasmo de los seguidores del género: no en vano, parece que tardó más de 15 años en completar el trabajo, que en su mayor parte no es inédito. Hay que decir que no es una obra fácil ni un entretenimiento ligero.

Tras un brillante inicio en tono poético, en el que describe como “flores de cristal” los copos de nieve, en una especie de metáfora a su vez sobre el planteamiento mismo del libro, parece que se dispone a narrarnos la desgraciada vida del bueno de Rusty Brown, un escolar friki de Nebraska al que hacen bullying (el pobre es feo de cojones), pero pronto advertimos que la cosa no va a ser fácil de seguir: cambios abruptos, giros absurdos, viñetas que discurren en paralelo, textos minúsculos hasta lo ilegible, cambios desconcertantes de protagonistas y sutilezas de toda clase… y, sin embargo, te mantiene absorto, hipnotizado con sus secuencias y sus silencios, dejándote una sensación de pesadumbre opresiva y desoladora -como en algunos sueños- esporádicamente aliviada por destellos de humor turbio. Llega un momento en que uno desiste de encontrarle la lógica a todo y creo que es la actitud correcta para abordarlo, no obsesionarse con entenderlo a fondo.

La parte gráfica es muy variada, con páginas furiosamente abigarradas y otras mucho más minimalistas y repetitivas. El trazo es claro, limpio, elegante; los dibujos expresivos y sugerentes. Los textos van desde lo lírico a lo lacónico, abundando en diálogos disfuncionales y haciendo todo un arte de los silencios incómodos.

No sería capaz de mejorar la presentación que hace el propio Ware ya desde la portada en que se refiere a este “único, triste e inexplicable trabajo” en estos términos: “Esta novela gráfica experimental en progreso (…) condensa el vano intento desarrollado durante década y media de representar de forma gráfica las fugaces e inciertas sensaciones del amor, la infancia y del inefable pero indispensable aparato de la empatía humana”

Sí que añadiría que se complace especialmente en un enfoque cruel del paso del tiempo.

Una experiencia absorbente, extraña, compleja y deprimente que, si te dejas, te atrapa.

Reservoir Books. Un 8,5.

Novela gráfica experimental

La Floresta, 8 de diciembre, 2020

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