Novela negra japonesa con elementos del gore y ritmo trepidante que es además un despiadado retrato de la sociedad nipona postindustrial. Relata la peripecia de cuatro mujeres maltratadas por la vida y por sus familias que se ven conducidas a una sórdida historia de asesinato y descuartizamiento.
Contrasta la crueldad de lo relatado con los modos corteses y respetuosos típicos de las culturas orientales: hasta el asesino llama de usted a la víctima, el mafioso tiene miedo al asesino, etc. A pesar de su exposición y lenguaje directo y al grano, con acción incesante, también dedica páginas a describir profundamente el perfil psicológico de sus protagonistas y los escenarios desolados por los que transitan.
Es un libro extenso, pero ágil y entretenido, in crescendo, de desenlace un tanto inverosímil, a ratos muy truculento, otras veces, algo pueril. A diferencia de otras novelas niponas, no se pierde en misticismos; las cadencias orientales aportan color y exotismo (no hablamos de estanques de nenúfares) a una historia muy carnal y muy universal.
Recomendable para el que guste de la novela negra que excede sus límites, ya que hay mucho de crítica social y de feminismo exaltado y reivindicativo.
Un 8.
23 de Agosto, 2018
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