“El desierto blanco”    López Carrasco, Luis

 “El desierto blanco» es una “novela” de inicio prometedor que queda abortado de golpe para dar paso a otra historia diferente, aún jugosa pero menos, y luego a otra, a otra y a otra más, sucesivamente más crípticas y menos interesantes; al final no he sabido encontrar la conexión entre ellas.

  Esa primera historia propone un juego de supervivencia en plan casting laboral extremo. La segunda relata un accidente aéreo y la posterior estancia en una isla en principio desierta, en la que pasan cosas extrañas. De las otras no me acuerdo mucho, hay una reunión de amigos puretas que no conduce a ningún sitio, unas cartas del hermano de contenido apocalíptico, etc.

  Está notablemente bien escrito, con gracia y buen pulso, por momentos me ha recordado un poco al rollo de Jon Bilbao (sin western), que también gusta de difuminar las fronteras entre novela y cuento, aunque con resultados más redondos. Ignorante de que “El desierto blanco” es en la práctica un conjunto de relatos, me he pasado el rato buscándole un sentido unitario que no he sabido encontrar… sí, ya sé, representa que estamos en un futuro no muy remoto, que el mundo se ha vuelto casi inhabitable y que sentimos nostalgia de la primera década del siglo XXI, etc., pero esto lo sé por la promo, no creo que lo hubiera deducido del libro por mí mismo. Supongo que no lo he entendido bien, me ha provocado cierta curiosidad pero poco más.

 He detectado disparidad de opiniones en las reseñas. Hay a quien le ha gustado mucho (supongo que al jurado del premio), y a quien no tanto. He leído un comentario bastante cruel que simplemente dice: Es una novela premiada, pues como serían las otras”. Yo no diría tanto, pero no lo veo como una novela ganadora. Ni como una novela, ya que estamos. Para mí se queda en un meritorio intento de hacer algo un poco diferente.


87 «¡Nada diferencia esta compra a un fin de semana campestre habitual! ¡Es una compra de fumetas!»

114 «Expulsado de la universidad en el bienio ultra, había decidido encerrarse a sus cincuenta y cuatro años en la casa familiar»

141 «No sé si será factible, pero me gustaría (y tengo todas las tardes de otoño para hacerlo) llegar a todos los sitios que se ven desde nuestra casa, desde nuestra torre»

153 » A veces me desespero (…) o me da por pensar en el gesto de arrancarse los ojos, hay algún tipo de verdad ancestral ahí»

Anagrama. 7,5

Relatos un poco apocalípticos, no mucho.

La Floresta, miércoles 17 de abril, 2024

Deja un comentario

Crea un blog o un sitio web gratuitos con WordPress.com.

Subir ↑

Diseña un sitio como este con WordPress.com
Comenzar