«La muerte, esa caja de sorpresas»
No era muy consciente de la deriva tan facha que estaba tomando la situación en Gran Bretaña con o tras el Brexit. Esta novela se hace un poco difícil de comprender, cuesta conectar con su propuesta si no compartes y/o conoces su contexto político y cultural.
“Otoño” es una novela poética de cierta complejidad. Presentado como ficción experimental -me ha recordado a Olivia Leing en menos crudo- y con un fondo reivindicativo y social, Ali Smith elabora su discurso desordenado y envolvente diseminando viñetas e impresiones que dan forma a un tapiz en el que el argumento quizá sea lo de menos en favor de una observación psicosocial sagaz, sugestiva y sinuosa.
A pesar de su éxito, no lo veo como un libro para el gran público; creo que te ha de gustar la literatura (mucho) y la poesía (bastante) para disfrutarlo. Y aún así no es garantía: has de poner de tu parte.
Es el típico libro del que te dirían: «no hace falta entenderlo del todo, tú déjate llevar por lo que te sugiera» (a mí es un proceder que nunca me ha funcionado mucho).
Si hay un hilo argumental sería el que esboza la relación de amistad entrañable entre Elisabeth y Daniel, amistad que se remonta muchos años atrás, cuando E. era una niña y D. su excéntrico vecino, artista maldito y/o olvidado que alentaba su florecimiento intelectual con su falta de ortodoxia y su amistad sin suspicacias. En el presente, D. pasa sus últimos momentos en una residencia terminal a la que E. acude a visitarlo («Daniel está sumido en lo que llaman «fase de sueño prolongado». Siempre que Elizabeth lo visita, el empleado que en ese momento se encuentra de servicio le dice que es el estado que experimentan las personas que están a punto de morir»).
La evolución del contexto sociopolitíco que enmarca su relación a través de los años tiene casi la misma presencia que los personajes, quedando los dos motivos entrelazados y como flotando en un equilibrio inestable sacudido oportunamente por ráfagas líricas sobre la naturaleza y el clima («El sol del próximo verano garantía es del invierno»).
En realidad tampoco es tan tan rara; el estilo “experimental” está dosificado con prudencia para no asustar demasiado, pero tiene ese punto inconexo y onírico que no lo pone del todo fácil.
«Soy la nota en el pentagrama, el pájaro del tendido eléctrico»
«Las pausas son un lenguaje preciso, son más lenguaje que el propio lenguaje»
“…una especie ancestral, noble y adaptable, un árbol que existió mucho antes que los árboles con hojas. El pino es un árbol versátil que no necesita mucha profundidad de terreno y es notablemente longevo, puede vivir muchos siglos»
«Ella pasa por encima de la ropa interior, que se queda abandonada en la alfombra, como un mirlo deshuesado.»
«Dejarás de confiar en mí, y con razón, porque seré un mentiroso. La mentira nos rebajará a todos»
“Es posible enamorarse no de alguien, sino de su mirada, dijo Daniel. De cómo unos ojos que no son los tuyos te permiten ver dónde estás y quién eres»
«Los árboles revelan sus estructuras. Se intuye el aroma a hoguera en el aire. Todas las almas han salido saquear.»
Nórdica. Un 7.8 (merece algo más, pero puntúo mi experiencia de lectura)
Ficción experimental reivindicativa.
La Floresta, domingo 19 de septiembre, 2021
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