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«Agnes» Peña, Javier

  Sabía que no me iba a defraudar. Lo que no tenía claro es si me iba a divertir tanto como con «Infelices». Y así ha sido… hasta me ha dado pena acabarlo. No voy a ocultar que Javier Peña me cae simpático: fue el primer escritor “consolidado” que agradeció, con cercanía y sencillez, una reseña mía en Instagram. Me hizo ilusión, aunque eso no ha nublado mi juicio.

 Me ha gustado porque es una historia de historias que juega con situaciones que parten de lo cotidiano y evolucionan hacia lo excepcional, donde se pone a prueba lo real y lo ficticio -lo vivido y lo imaginado, lo posible y lo inverosímil- en un inteligente desafío metaliterario muy trabajado y medido. Unos personajes de igual modo elaborados, originales, misteriosos, contradictorios, sospechosos, un tanto vergonzantes. Todo ello en un clima de suspense creciente amenizado por multitud de situaciones curiosas, una apetecible variedad de destinos geográficos y un discreto entorno académico (típicos congresos literarios un poco bolañosos a los que el protagonista es invitado y, de algún modo, desatiende).

 Agnes es una periodista más bien holgazana a quien se le encarga escribir la biografía de un escritor exitoso y anónimo con el que entablará una correspondencia telemática. A través de ella, y desde una óptica siempre capciosa, Luis Foret irá revelando a Agnes su proceso de creación artística intrínsecamente relacionado con el destino de las mujeres de su vida, un proceso turbio que amenaza con involucrarla también a ella.

 El estilo es dinámico y vigoroso, de tono literario sin alardes excesivos, divertido -y deslenguado en ocasiones-, de una aparente espontaneidad que entiendo obedece a la voluntad de mantener un discurso cercano al lector. Me ha llamado la atención la forma en que encadena todos los subtemas, cómo arma una especie de metáfora recuperando una anécdota o referencia marginal de unas páginas atrás, en una forma de enlazar las historias que engrana e impulsa con eficacia el desarrollo de la trama haciendo continuos guiños al lector.

 Mordaz e irónico en todo momento, su estructura y construcción ya denotan un evidente sarcasmo, con saltos en el tiempo deliberadamente intrincados y sobre cuya secuencia nos trolea un poco.

 Por todo ello, y por hablar abiertamente de emociones poco nobles, por sus momentos de desmadre controlado, por las situaciones engorrosas y por las confesiones incómodas, le pongo un 9 sobre 10.


40

«En la correspondencia con sus editoriales en lengua inglesa y castellana, ha confesado que ha perdido ‘el placer de la literatura'»

53

«más bien un montón de escritores fantasma escribiendo cada uno una novela y algún editor astuto que se ha dado cuenta de que el nuevo producto son los autores ficticios, las novelas ficticias»

62

«Como si Dios hubiera pedido a los mártires que divulgarán su existencia cuando realmente el martirio era su vocación, cuando realmente Dios, ocupado en quehaceres más importantes, no sabía ni que existía esa gente tan estúpida»

79.

«El matrimonio había eliminado la barrera del pudor, la pasarela sobre la turbidez de la impudicia»

97

«hoy en día si no pones un emoticono o un signo de admiración detrás de cada frase pareces un inspector de Hacienda»

104

«odia cualquier sonido emitido por insectos voladores»

106

«En los siguientes días descubrirá que la cháchara sin sentido no tiene sentido para Asia. Nadie lleva más a rajatabla lo de asegurarse que sus palabras valen más que el silencio»

106

«-Empezaré con una idea simple: la única cuestión filosófica que tiene importancia es el suicidio. El resto no son más que juegos de lógica»

128

«vivo según proverbios chinos de mi propia invención»

140

«Arrastraba un ligero ceceo a causa del diastema en su dentadura»

159

«Una verdad manipulada. Esa que has dicho es una excelente definición de lo que es una novela»

170

«Las motocicletas destartaladas petardeaban constantemente. Un perro lastimoso arrastraba con dificultad sus dos patas traseras. Odiaba esa ciudad tanto como odiaba su vida. Odiaba su olor a azafrán, afirma, a té a la menta, a pastelitos de hojaldre sobre los que revoloteaban las avispas»

205

«Es lo más normal del mundo. Bebe alcohol, empieza a fumar, pero no quiere penes por ahí. Nada de penes»

212

«Asume que si no eres muy sociable pueden transcurrir semanas enteras sin una verdadera conversación. Ahora piensa de qué te han servido las conversaciones a lo largo de tu minúscula existencia. Piensa por qué muchas religiones llegan a Dios a través del silencio»

217

«el alarde con Auster y Murakami está en no haberlos leído»

259

«escribiendo sobre un tío al que se le mueren las mujeres y me manda correos»


Blackie Books. Un 9.

Psicothriller literario

Lunes, 17 de enero, 2022

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