Pues me ha gustado mucho este “Carcoma”. Y eso que la empecé con reservas porque odio las novelas que incluyen elementos sobrenaturales; con decir que no pude con Mariana Enríquez…
Pero esta obra me ha convencido, entre otras cosas, por una lógica interna que me la ha hecho creíble. Las cosas no pasan por la cara, no se aprovecha de salidas gratuitas del tipo Deux Ex Machina tan recurrentes en el género. Además me ha resultado muy de agradecer una forma de narrar clara, explícita, que no oculta información, que no confunde sugiriendo cosas que no hay manera de confirmar. No sé, creo que a medida que me hago mayor, cada vez acepto menos las ficciones con idas de olla, la narrativa misteriosa y elusiva, la intrusión de lo onírico o lo sobrenatural… prefiero que lo que cuenta se entienda, en general.
El estilo me ha gustado mucho, enfático y adaptado a sus protagonistas, lleno de imágenes imaginativas y terribles… en general evita el experimento formal y como mucho se permite alguna licencia con la puntuación.
“Carcoma” es una novela de terror psicológico, donde lo temible está dentro de los personajes, no proviene de misterios ni fuerzas externas, aunque juegue un poco a hacerlo ver.
27 «La puerta del armario estaba abierta. De su interior salía un aire frío y húmedo como niebla de barranco o fosca de aljibe»
Una casa que lo somatiza todo donde habitan una anciana y su nieta atormentadas por una herencia truculenta y un entorno opresivo. El libro alterna en sus capítulos los relatos de ambas protagonistas en los que, sin grandes dificultades cronológicas, se va explicando la tragedia familiar: envidias, venganzas, maleficios, conflictos graves de clase y violencia de género y de todo tipo a destajo.
Es un libro al que podría acusar de algunas de las cosas que señalaba en “Cauterio”, con el que comparten bastantes características: el tono apocalíptico y sombrío, la denuncia social, en especial sobre temas de machismo, la doble protagonista en juego temporal, el tono costumbrista con introducción de elementos contemporáneos. Curiosamente todas ellas me han funcionado muy bien aquí y no tanto allá, en gran parte, por la mayor concisión y claridad de su propósito, como comentaba antes. No sé si la comparación viene al caso, pero bueno.
36 «Había criado sola a un niño que vino tarde y flojo y que lloraba todo el día y toda la noche, a ratos de hambre, a ratos de frío y a ratos de una soledad monstruosa que se arrastraba por la casa como una gallina a medio degollar»
49 «al principio era cosa de poco, un pinchazo como de alfiler, una mordida como de tijereta (…) Sus filamentos me atravesaban el paladar y me trepaban por las cuencas de los ojos»
78 «…por qué unas veces las sombras son apenas un resuello en una esquina y otras alimañas rabiosas»
Amor de madre. Un 8.2
Terror costumbrista
La Floresta, martes 23 de Agosto, 2022